Los mejores sitios para fotografiar los almendros
Cada año, los esperamos con ganas. ¿A quién? Pues a los almendros en flor, ¡cómo no! Algunos florecen a mediados de febrero, otros en marzo, según su variedad, su exposición y el tipo de suelo. Tanto cultivados en amplios terrenos como solitarios, montando guardia en medio de un campo o en el recodo de un camino, sus flores (que crecen antes que las hojas) anuncian el final del invierno, el alargamiento de los días, el despertar de la Madre Naturaleza y el renovado optimismo ante la perspectiva de los paseos floridos. Te llevamos a nuestros lugares favoritos, desde los más famosos hasta los más íntimos, para disfrutar de un momento lleno de dulzura 😊
EN EL LUBERÓN, EN APT
Un molino, un huerto-conservatorio, la historia de la almendra del Luberón
Empezamos por un molino que, con el paso del tiempo, ha perdido sus aspas. Parece como posado con delicadeza sobre su promontorio, desde el que se avista el Mourre Nègre, por un lado, y el Mont Ventoux, por el otro. Según la temporada, está abierto y acoge una exposición geológica.
Luego, pasamos por delante los almendros. Más de un centenar de árboles con 40 variedades distintas de almendros. Se puede pasear a lo largo de ellos, escuchando el canto de los pájaros o el zumbido de los insectos que acuden a pecorear.
Esta huerta-conservatorio, inmersa en el Parque Natural Regional del Luberón, es una valiosa herramienta para la conservación del patrimonio y la diversidad ecológicas. Para los visitantes, también es la ocasión perfecta para descubrir que el almendro (y la almendra), bajo el manto de su nombre genérico, es, en realidad, un jardín extraordinario que Marie, con verdadera pasión por región, ha inmortalizado con gran belleza (FR).
Un truquito
Para disfrutar a tope de este espectáculo floral, ven a mediados de marzo
>> Más información (FR)
SIN SALIR DEL LUBERÓN
Pero un poco más al sur
En Cucuron, a orillas de la carretera D135, entre Ansouis y Lourmarin, se extiende un hermoso campo de almendros, con los montes del Luberón como telón de fondo. ¡No dejes de visitarlo!
Puedes fotografiarlo pero sin entrar en él, para no dañar las plantaciones.
AL PIE DEL MONT VENTOUX, EN SAINT-DIDIER
Los almendros de la familia SILVAIN
Aquí, el almendro es el rey, lo miman para que produzca las mejores almendras con las que, después, se elaboran los exquisitos nougats (especie de turrones) que han dado renombre a la familia SILVAIN, agricultores fabricantes de nougats desde hace más de 30 años.
En la tienda se puede degustar el fruto en todas sus formas, pero también se realizan visitas prémium para descubrir la aventura entera del almendro: El almendro, del árbol al nougat (FR). Durante estas visitas, lo aprenderás todo acerca de este árbol que, junto al olivo, simboliza la Provenza, antes probar las delicias almendradas, una vez de regreso a la tienda.
En la primavera de 2022, las visitas deberían realizarse el 12 o el 19 de marzo, en función de las condiciones meteorológicas que, evidentemente, influyen en la floración. Destacamos que, en verano también se realizan visitas, para realizar un seguimiento del almendro estación tras estación.
Para visitar uno de sus campos en flor, Claire Silvain propone el situado en frente de la granja caprina de Fontaines, en Pernes-les-Fontaines. Atención: no entrar en el campo para no dañar los árboles, que son frágiles.
Flechazo a primera vista
El surtido ideal para descubrir los productos ineludibles de la colección de nougats (¡de almendra, claro!) Silvain: le rêveur, le Gargantua, la délicate, la capricieuse. Y las almendras naturales (o saladas), ideales para el aperitivo y la merienda. ¡Absolutamente DELICIOSAS!
A ESCASOS KM DE ORANGE, EN JONQUIÈRES
¿Sabías que…?
Comemos almendras desde hace cerca de 780 000 años. Cultivados primero en China y luego en Grecia, los almendros se extendieron y llegaron a la región francesa de Provenza, donde se han convertido en una parte esencial del paisaje y la cocina.
Los almendros de la familia SILVAIN
Aquí, más de 700 almendros pertenecen a dos variedades: Lauranne y Ferragnès. ¡Un mar de flores que embriaga la mirada!
Cultivados con técnicas de la agricultura ecológica, producen unos sabrosos frutos que podrás descubrir y comprar en la propia finca, tanto con cáscara como pelados (¡los más golosos las querrán probar sin dilación 😉)
ADEMÁS…
Al recorrer las carreteras y los caminos del Luberon, alrededor del Ventoux, en el Enclave de los Papas o incluso en las afueras de las ciudades y pueblos, podrás observar almendros silvestres y antiguos almendrales reintegrados a la naturaleza. Se ven desde lejos, con sus ramas cargadas de flores, como brazos tendidos hacia el sol. Los vemos haciendo compañía a una borie (construcción de piedra seca), una capilla o una cabaña, o bien inmersos en un campo de lavanda que, por su parte, aún dormita 😉)…
Nuestros rincones predilectos: el almendro al pie de las ruinas de Châteauneuf-du-Pape, los almendros que circundan la capilla de Notre-Dame-des-Neiges, en Blauvac, los que vemos en las estribaciones del Ventoux, en las inmediaciones de los campos de lavanda en el Luberón y la Comarca de Sault…