Un jardín de invierno en el Vaucluse
Los paisajes y el encanto del invierno provenzal
Desde la cima del Mont Ventoux hasta los profundos surcos de los valles,
desde las orillas del río Sorgue hasta los pueblos encaramados,
el Vaucluse sublima la paleta de colores invernales.
Amarillo dorado, naranja cobrizo, púrpura flamígero, rosa polvoroso,
degradados de cian que llegan al blanco resplandeciente,
ven a descubrir, en nuestro remanso provenzal,
unos ambientes insólitos bañados por un soleado cielo azul.
Naranja cobrizo y amarillo dorado entrelazados
«Un sol y una luz que, a falta de mejores palabras, sólo puedo describir como amarillos (…) ¡un precioso amarillo!» – Vincent Van Gogh
Cinturón dorado en torno al Mont-Ventoux, elegante estela de viñedos al pie de las Dentelles de Montmirail, alba ambarina que se alza sobre Cairanne…
Los tonos amarillos subliman los paisajes.
Tonos coral, lila y rosa chicle
En el Vaucluse, vemos la vida de color rosa
Al amanecer, apostado en el Puente de Aviñón, seguiré la trayectoria del sol a través de los campos y, en el castillo de Lourmarin, contemplaré el crepúsculo rosado.
Puente de Aviñón Pueblo de Cairanne, a los pies del Monte Ventoux El castillo de Lourmarin
Entre azul y verde
«Un bonito cielo de noviembre con luces otoñales
inundaba de tibieza los vallecitos vaporosos;
el fuego del amanecer bebía las gotas matinales
que brillaban en la hierba, orilladas a tierras pedregosas».
Auguste Lacaussade, Les Automnales (1876, Las otoñales)
Desde las aguas del río Sorgue hasta las callejuelas heladas, el invierno se instala, cubriendo los paisajes con su diáfana escarcha. El verde claro y el azul helado se alzan confundiéndose hasta el cielo.
Bories en invierno Pueblo de Séguret Isle sur la Sorgue La Abadía de Sénanque
El Gigante de Provenza, Mont Ventoux
«Los jarrones se llenan de flores de escarcha,
bajo el emparrado de redes blancas;
y por la nieve vemos cómo se persiguen
los pasos estrellados de los pájaros».
Théophile Gauthier, Poema «Fantaisie d’hiver» (Fantasía invernal)
Allá arriba se impone el blanco, pesado, frío y polvoroso,
que, para gran placer visual, realza el contraste con todos los colores.