Top 10 de los pueblos del Vaucluse
Eligir entre todos los pueblos del Vaucluse para hacer la lista de los 10 mejores no es tarea fácil.
Lourmarin
Uno de los 7 pueblos del Vaucluse clasificados entre «Los pueblos más bonitos de Francia».
Desde el exterior, parece languidecerse al pie de las faldas redondas y salvajes del Luberón. Pero no se equivoque, es un pueblo muy animado, incluso los domingos. Tiendecitas donde encontrará ropa de diseñadores, galerías de arte, bares-restaurante y restaurantes con terraza siembran sus callejuelas y plazas.
No se lo pierda
En el ámbito de la cultura, un castillo renacentista abierto a las visitas y varias rutas temáticas a pie sobre Albert Camus y Henri Bosco, cuyos restos descansan en el cementerio del pueblo.
Saignon
No se lo pierda
Sus callejuelas estrechas, su plazuela con fuente y lavadero y sus edificios de puertas bellamente labradas lo convierten en un magnífico pueblo que, curiosamente, todavía es poco conocido. ¡Aproveche!
Un pueblo centinela
Este pueblo de 1000 habitantes, que antaño vigilaba la entrada de la región de Apt, es una maravillosa ilustración de la «Provenza cerca del cielo» de Giono. Está extrañamente diseñado entre dos pitones rocosos, uno que sustenta la iglesia y otro los vestigios del castillo.
Gordes
El pueblo de «tarjeta postal»
Se le ha dado el sobrenombre de «El más bonito de los Pueblos Más Bonitos de Francia», y con razón.
Para llegar allí, primero atravesamos un paisaje de olivos, almendros, higueras, tapias de piedra seca, bonitas masías… ¡La Provenza tal y como nos la imaginamos!
Pero cuando, después de unos cuantos recovecos, aparece ante nosotros, ¡nos deja boquiabiertos! Si tiene la suerte de estar allí durante la puesta de sol, verá cómo sus viejas casonas de piedra se iluminan de rojo durante unos minutos, realmente mágicos.
No se lo pierda
Las callejuelas estrechas bordeadas de tiendas, con sus pasajes abovedados y sus escaleras de piedra, el castillo renacentista, las bodegas de un antiguo molino de aceite y, en las cercanías, el poblado de los bories y la famosa abadía de Sénanque.
Ideas para su estancia en el Luberón
Le Crestet
A pocos kilómetros al sur de Vaison-la-Romaine, hay otro hermoso pueblo, muy pintoresco, del que nadie habla.
Póngase un calzado plano para recorrer sus callejuelas empedradas y empinadas, inaccesibles para los coches. Descubrirá empinadas calles empedradas, pasajes abovedados, arcos de piedra y hermosas casas renacentistas restauradas.
Importante
La fuente, fechada en 1843, el lavadero y el viejo pozo son testigos actuales de una vida ya pasada.
Roussillon
Situado en plena comarca de los ocres
Roussillon es famoso tanto por el color de sus fachadas, que ofrecen una generosa paleta de tonos albaricoque, como por sus extraordinarios acantilados esculpidos por el hombre y la naturaleza.
El ocre es un poderoso colorante natural que, además, también se utiliza en los cosméticos. En el pasado, se usaba para teñir las arandelas de caucho de los frascos de cristal o la piel de las salchichas de Estrasburgo antes de que los tintes sintéticos silenciaran las fábricas que contribuían a la riqueza de la región de Apt.
Se trata de un pueblo encantador, con tiendas de artesanía, bares y restaurantes.
Consejo de los expertos
Descarte las zapatillas blancas para pasear por los ocres cercanos al pueblo, a menos que quiera terminar con unas zapatillas bermellón en pocos pasos.
Brantes
No se lo pierda
Descubrimos, uno tras otro, el taller de un alfarero, una cafetería con galería de arte, un taller de costura, una fábrica de santones, un herrero, varios «aventureros del gusto» e incluso una editorial.
¡Es nuestro preferido!
En la ladera norte del Ventoux, un pueblecito de 50 habitantes, encaramado como un nido de águila, elegido por artistas y artesanos y que ha sabido conservar su pintoresco estilo. Se trata de un pueblo fortificado, colgado a la falda de la montaña, construido en escaleras y terrazas en las que crecen almendros retorcidos, enebros y escobas, y con flores silvestres que bordean las callejuelas empedradas.
Ansouis
Al pie del castillo donde se rodaron las escenas de la película «Jean de Florette».
El pueblo disemina sus casas en forma de hemiciclo en la falda de una colina protegida del mistral. Se trata de un pueblo extremadamente bien conservado cuyo castillo de historia milenaria y amueblado merece ser visitado.
Importante
Es, a la vez, un pueblo fortificado medieval y una bastida del siglo XVII, que ha conservado su torreón, sus almenas y matacanes, además de sus jardines de estilo francés decorados con bojes tallados.
Séguret
Este pueblo clasificado entre los más bellos de Francia, y a menudo comparado con un pesebre de tamaño natural, ¡sólo se puede descubrir a pie!
Su carácter medieval emana de sus calles empedradas, de sus pasajes abovedados bordeados de casas antiguas, de la fuente de los Mascarons y de las ruinas del castillo feudal desde el que se descubre la llanura del Condado, cubierta de viñas, y el valle del Ródano.
Importante
Séguret no solo es un pueblo muy bonito, sino también un excelente vino de la DOC Côtes du Rhône.
Le Barroux
Entre las Dentelles de Montmirail y el mont Ventoux
Otro bonito pueblo, menos conocido, a medio camino entre Carpentras y Vaison-la-Romaine.
Se puede ver desde lejos con su imponente castillo que domina los campos de olivos y albaricoques. A través del dédalo de casas adosadas unas a otras, algunas con aires majestuosos, vamos izándonos hacia el castillo, con el chapoteo del agua que brota de las numerosas fuentes como fondo sonoro.
¿Sabía que…?
El castillo de Le Barroux está parcialmente abierto a las visitas
Venasque
Es el pueblo que dio nombre al Condado Venesino.
¡Y ya van 10! Pero no hemos realizado este ranking por orden de preferencia, belleza ni originalidad.
Venasque, a poca distancia de Carpentras, ha dado nombre a la marca registrada «Cerises des Monts de Venasque» (Cerezas de los Montes de Venasque), unas joyas gastronómicas que se producen aquí, a los pies del pueblo.
En el pasado, se le conocía como el «País de los Lobos», un apodo dado a sus habitantes, con fama de pocos amigos. Pero ya no es en absoluto así. El pueblo se ha ido dulcificando y alberga algunos tesoros, como el baptisterio, que podría ser uno de los más antiguos de Europa. A lo largo de los callejones, entre fuente y fuente, diviértase descifrando las fechas grabadas sobre las puertas. En la más antigua, frente a la Oficina de Correos, se lee 1644.
No se lo pierda
Este pueblo también es una delicia para los amantes de los panoramas excepcionales. Tiene unas vistas inigualables sobre el Mont Ventoux.
